A partir de sus diversos capítulos, este libro pretende mostrar que los supuestos neoliberales de que un Estado austero fomenta el desarrollo no se cumplen; menos aún en las condiciones post pandemia que afronta el mundo. En lo general, los trabajos presentados en esta obra recurren al planteamiento keynesiano de que la demanda es el factor determinante de la actividad económica. Lejos de ser la austeridad, la política indicada para tiempos recesivos es la franca expansión del gasto público. En palabras de Keynes: “…the boom, not the slump, is the right time for austerity”.

Así se ve la minería en México nace del interés de académicos, comunidades y organizaciones civiles por visibilizar —literalmente— los estragos que, desde hace tres décadas, ocasionan las actividades mineras en el país. Las imágenes que conforman Así se ve la minería en México han sido aportadas por personas fotógrafas profesionales y amateurs, defensoras del territorio y pobladoras de las regiones rurales en las que se han asentado los proyectos mineros. Hay quienes decidieron permanecer en el anonimato, debido a la tensa situación que prevalece en su región a partir de la imposición de los proyectos mineros.

Este libro se refiere a la explotación minera intensiva, cuya expansión es respaldada por los Estados a través de políticas ambientales y tributarias flexibles. Esta actividad, controlada por grandes corporaciones, está estrechamente ligada a las cadenas de producción global, a las que aporta fundamentalmente materias primas. Por esta articulación y por el monto de la riqueza que genera, la minería es una de las actividades extractivas contemporáneas más importantes en los países llamados en desarrollo, incluido México. El avance irrestricto de la minería resulta aún más alarmante si se considera que en este país existen concesiones y proyectos mineros de clase mundial; yacimientos que poseen una cantidad mayor de recursos que la mayoría de los que existen en cualquier otro lugar en el mundo. Estos son los casos de Mazapil y Fresnillo, en Zacatecas; Cananea, en Sonora; Sauzal, en Chihuahua; Charcas, en San Luis Potosí. Así se ve la minería en México reúne imágenes que evidencian estos desastres, tragedias y conflictos generados a partir de una actividad que en México se define como de interés público.

En esta antología confluyen miradas y escuelas que componen lo que desde mediados del siglo XX se denomina análisis institucional, reúne un valioso acervo sobre el debate internacional y en especial latinoamericano en torno a esta corriente de pensamiento. El objetivo es establecer un puente de comunicación entre los autores franceses, brasileños y mexicanos que han generado un amplio campo de discusión en los distintos ámbitos universitarios y aportes teóricos al análisis institucional.

El análisis institucional propicia un campo de conocimiento fértil y vigente, en términos metodológicos y teóricos, para pensar y problematizar las investigaciones que realizamos, en la medida en que es muy frecuente el trabajo en instituciones y grupos. Las herramientas del análisis institucional, propuestas por pensadores franceses, ha fortalecido la discusión sobre el campo y las intervenciones en el mismo, así que esta obra contribuirá a conocer su implementación en Brasil y los debates en los que su experiencia ha redundado.

Así mismo, las investigaciones realizadas en la maestría en Psicología Social en Grupos e Instituciones ya vienen adoptando los aportes institucionalistas y ahora podrán contar con nuevas referencias metodológicas.

Esta compilación da una idea de la diversidad del feminismo y de su pluralización, lo que demuestra su dinamismo, de ahí que hayamos pensado en contrastar textos que son importantes para el análisis de las posturas que

los feminismos enarbolan y que están escritos por académicas de reconocido prestigio, y son comentados por estudiantes de la maestría, lo cual compone una constelación de visiones entrecruzadas, distintas e intergeneracionales.

El estudio del pensamiento y las acciones feministas son cruciales dentro de los estudios de la mujer y de género para comprender, en primer lugar, la compleja situación social de las mujeres y otros sujetos disidentes, en las intersecciones de clase, etnia, racialización, sexualidad, condición etaria, a lo largo de la historia; en segundo lugar, la enorme trayectoria de luchas por obtener la igualdad, la diferencia, la equidad y la paridad con el otro género dominante: el masculino. Tras muchas décadas, tanto el pensamiento como el conocimiento y la acción presentan una enorme complejidad. De ahí la importancia de entender las diferencias, las similitudes y los debates que se han presentado y se siguen presentando dentro de los feminismos pensados y actuados.

Este libro de trabajo invita a leer cuatro textos y cuatro comentarios sobre ellos. Los contenidos dejan ver que no sólo se habla de y sobre el feminismo y los feminismos, sino que las autoras representan de forma intergeneracional y encarnada al feminismo que también atraviesa sus vidas. Las mujeres —autoras y pensadoras— que participamos en este libro somos feministas y nuestras posiciones nos recuerdan la importancia de construir un pensamiento comprometido políticamente. Les invitamos a leer y a dialogar con ellas/nosotras.

Publicar en la universidad implica, en sí mismo, una suerte de responsabilidad.

El conjunto de docentes que integra el Departamento de Educación y Comunicación alienta la diversidad e impulsa la difusión y divulgación del conocimiento, promoviendo el diálogo entre pares.

El volumen 2020, Miradas oblicuas y crítica social, de la colección Trazos y contextos, muestra la reformulación y análisis de proyectos que dan cuenta de la solidez en la investigación sobre diferentes temáticas, a la vez que invitan al diálogo transdisciplinario en diversos escenarios y temporalidades.

La variedad de los textos configura lazos teóricos conceptuales que fortalecen los ejes constitutivos del Departamento: comunicación, psicología, historia, sociología, antropología, lingüística, psicoanálisis y pedagogía, entre otros. Estos ejes demandan la reflexión colectiva y responsable para consolidar la producción académica desde la investigación y la docencia, hasta su divulgación.

Así, Trazos y contextos favorece la transdisciplina, tarea indispensable que demanda nuestro departamento, y se caracteriza como una publicación incluyente, abierta a la multiplicidad de productos académico-culturales, más allá de modas intelectuales, sesgos disciplinarios o perspectivas excluyentes.

Hoy en día consideramos necesario reconocer la labor de reconstrucción que ha logrado el Comité Editorial, durante los últimos meses, respecto a los procesos de edición que abarcan desde la recepción y dictaminación hasta la impresión y difusión del trabajo académico.

En la presente obra se realiza una revisión desde diferentes perspectivas sobre los 75 años de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas y el impacto de las políticas que ha impulsado, desde sus objetivos prioritarios sobre el desarrollo y la seguridad, la relación con sus Estados miembros y su fundamento jurídico, para después analizar sus aportaciones y retos en los fenómenos actuales como la migración, el terrorismo, la educación y el big data. El objetivo es abrir el debate sobre el papel de este organismo internacional frente a los desafíos a la sociedad global del siglo XXI.

Los investigadores que conforman el área Subjetividad y Procesos Sociales de la UAM-Xochimilco se proponen, como una de sus tareas fundamentales, facilitar encuentros académicos con otros profesionales para disertar sobre temas de relevancia social, y publicar los resultados de estos encuentros con el fin de difundirlos y enriquecer la investigación. Esta vez, diversas reflexiones sobre las construcciones y significaciones que se generan a través de la experiencia del miedo, se reúnen en esta obra que nos habla del modo en que éste incide tanto en la subjetividad y el psiquismo, como en las más diversas construcciones de imaginarios sociales. En Los dominios del miedo los autores abordan inquietudes tales como el miedo en la base de construcción del imaginario social, la religión y los mitos; el miedo y la esperanza en estudios de filosofía, el miedo social, el miedo a la mujer, así como el miedo y la locura.

No es solo el gran número de víctimas de la violencia lo que justificaría un libro como este. Se trata, más bien, de un cambio cualitativo de la concepción misma de la víctima.

Los procesos de victimización, la asignación de la categoría o el estatuto de víctima, así como la significación colectiva de dicho estatuto han cambiado correlativamente a las transformaciones del ejercicio de la violencia en nuestro entorno. Estudiar ahora a las víctimas de la violencia. en un contexto como el del México actual, obliga a afinar la observación sobre la novedad de ciertos fenómenos que no sólo se refieren a las víctimas directas, sino también a transformaciones sutiles en el tejido de las relaciones sociales.

Desde nuestra perspectiva, no hay una esencia de la violencia: la violencia es un hecho mutante, se ejerce con mayor o menor crueldad y daño hacia los sujetos en los que se cierne. Sin embargo, tampoco podemos satanizar la violencia. No hay violencia buena ni mala. Lo violencia se ejerce tanto para mantener la vida como para terminar con ella.

Las violencias de las que se trata aquí, son aquellas que han generado una estela de dolor, de sufrimiento, que han infligido un daño social considerable. Esas violencias se han transformado. Cada vez es mayor el daño físico y psicológico a sus víctimas. Se han convertido en un instrumento político cada vez más utilizado en una red de ocultamientos que intentan producir la desmovilización de la sociedad, el anonadamiento de la resistencia.

Este texto es resultado de una ambiciosa investigación que enlaza las dimensiones y las dinámicas competitivas político-electorales y se sustenta en la propuesta de que las transformaciones de los sistemas partidarios tienen lugar al presentarse un viraje en la dirección de la competencia o cuando surge una nueva alternativa de gobierno, pero se suscitan al modificarse las líneas de división, tensión o escisión en una sociedad.

Para superar el autoritarismo en México, tanto las reformas electorales como la ascendente capacidad competitiva de los opositores condujeron al establecimiento de un sistema partidario plural, en donde tres fuerzas modificaron la estructura de la competencia e hicieron de las elecciones el vehículo fundamental para acceder al gobierno. No obstante, en el escenario de globalización y neoliberalismo que trastocó al país, emergió una ruptura que se posicionó como eje articulador de la contienda política y ha generado una nueva transformación del sistema partidario que conduce a la bipolaridad de las fuerzas políticas.

En este libro, se establece un intenso diálogo entre las dinámicas y las dimensiones que ocurren en el sistema de partidos. Se analizan las variaciones de su desempeño a lo largo del territorio para mensurar su nacionalización; se observa la intensidad de la disputa entre los partidos para calcular la competitividad; se examina la concentración o dispersión del reparto del poder político para cuantificar su fragmentación, y se indaga sobre la persistencia o inestabilidad de la presencia de los partidos para medir su volatilidad.

Durante el porfiriato, las políticas de modernización del país y el fomento de las agroindustrias de exportación tuvieron como correlato la reestructuración de las técnicas de domesticación de la plebe. En esta obra se pretende mostrar que las políticas públicas hacia el sector rural en el arranque del siglo veinte conllevaron una vertiente biopolítica entendida como un conjunto de principios institucionales de disciplina de los cuerpos, ordenación de las poblaciones y cambio de mentalidades. Es posible ver en las medidas adoptadas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX el origen más inmediato de una estrategia orientada decididamente hacia el control de las poblaciones rurales mediante su dominación administrativa por el Estado, su sometimiento económico a una autoridad patronal y, para quienes lo "necesitaban", su reeducación a través del trabajo. Por su parte, los labradores tenían a su alcance posibilidades de resistir (más o menos eficaces y arriesgadas según los casos), empleando su conocimiento experimental de los puntos débiles del sistema que los oprimía. Ya sea el peón esclavizado o el ejidatario recién dotado de una parcela, los trabajadores del campo y su familia estaban generalmente al acecho de oportunidades laborales e institucionales para mejorar su suerte. Asimismo, lo que nosotros documentamos es un proceso histórico de consolidación del poder estatal estrechamente relacionado con la voluntad de cambiar la mentalidad de las clases bajas.

Los sueños de aserrín III rescata las últimas historias del Alpiste. Parto de aquel ficticio encuentro que tuve con él hace cuatro años, cuando bajé en mi auto sobre la avenida Observatorio y de reojo lo vi parado en la esquina de la cerrada. Me detuve unos metros más adelante, al notar que me reconoció porque agitó emocionado su mano para saludarme. El hecho inesperado de ponerme un buen rato a platicar con él me hizo pensar después qué podía hacer con todo ese material y entonces decidí escribir una novela que termina con esta parte III.

Si analizamos su vida, podemos ver que el Alpiste se aferró con mucha fuerza al callejón, como si un llamado del pasado lo hubiera atrapado, tal y como les sucedió a nuestros padres cuando llegaron de provincia para vivir en la capital, que siempre deseaban regresar a su tierra para ver qué había pasado con sus amigos, con la gente de su pueblo, con las marchantas del mercado en donde compraban su pan o con el riachuelo en el que aprendieron a nadar y echarse clavados desde los árboles. Sin embargo, para los que nacieron en Tacubaya, antiguo pueblo que fue forjado con los típicos edificios de la época colonial y del Porfiriato, ése es su barrio, su terruño; por eso sus calles, las vías del tren, sus avenidas, su mercado y sus escuelas son el lugar que les ha generado fuerte arraigo y pertenencia.

El cierre y el desmantelamiento del Central azucarero Perú, en su origen llamado Central Jobabo, ubicado en el municipio Jobabo, es considerado por sus habitantes como el hecho más transcendental que les cambió la vida. El pueblo de Jobabo, con más de cien años de historia, se creó a partir del Central, que ocupaba una extensa área junto con el centro urbano, donde se concentra actualmente la mayor densidad de población urbana del municipio. La desaparición del Central se debió a una política implementada por el Estado en el año 2002, que tuvo como propósito realizar profundas transformaciones en el sector azucarero con el objetivo de hacerlo más eficiente. Esta medida fue el colofón de un proceso que se inició en el año 1993, cuando el país vivió la crisis económica más fuerte durante el proceso revolucionario, la cual estuvo precedida por el derrumbe del campo socialista; en consecuencia, Cuba sufrió la pérdida del mayor socio económico de la isla.

El presente estudio pertenece a la gente de la comunidad Nuevo México, de San Vicente Pacaya, Escuintla. Las personas que compartieron sus historias conmigo son sobrevivientes, quieren recuperar su memoria y compartirla con las nuevas generaciones. ¡Que nadie olvide la injusticia! ¡Que nunca vuelva a repetirse!

Más allá de mi trabajo como investigadora, considero importante realizar la recuperación de la memoria comunitaria, de sus sentires y pensares, y plasmar en un trabajo académico no sólo la tragedia que vivieron sino también la historia de su resistencia y sobrevivencia, de su caminar infatigable y constructivo. Llevar a cabo esta tarea implicó una parte conceptual y analítica, pero también una dimensión emocional, pues sin amor y coraje, sin esperanza y sin indignación no se entendería este proceso. Incluir las distintas perspectivas de su relato es una manera de agradecer a la comunidad que me acogió en su seno y la apertura para compartir su historia conmigo.

Esta obra da cuenta de las experiencias que los autores han vivido en cuatro estados de la República mexicana: Baja California Sur, Chiapas, Morelos y Veracruz. Estas experiencias muestran, por un lado, las vivencias de los pueblos frente a diversos intentos de despojo de recursos: minerales, agua, mar, bosques, actividades agrícolas por parte del capital y del avance de lo que este sistema plantea como modernidad; y por otro lado, las respuestas y la resistencia ante estos procesos de despojo en la defensa de su cultura y vida.

Las aproximaciones metodológicas se llevan a cabo desde perspectivas diferentes, si bien en los cuatro trabajos se abordan las respuestas y repercusiones locales a procesos globales; en los estudios de Baja California y Chiapas, que se presentan primero, encontraremos como eje de análisis la participación de actores globales; en los otros dos: Morelos y Veracruz, se hace énfasis en los procesos comunitarios ubicados en escenarios con determinantes globales.

En los cuatro capítulos se muestra que los pueblos disputan, por medio de múltiples estrategias, los territorios en un sentido amplio, con todos sus componentes: tierra, agua, plantas, semillas, etcétera, desde acepciones cotidianas, históricas, identitarias, forjadoras de arraigo, de vida. Porque ciertamente se quiere seguir viviendo, y desde el campo mexicano poder vivir bajo los preceptos campesinos, comunitarios, pueblerinos, con todo y sus cambios y paradojas, a contracorriente quizá, de las visiones de modernidad, del gran negocio del capital, de las grandes tendencias de privatización y despojo desde la globalización y sus trasnacionales, así como de cualquier política subordinada a los mandatos hegemónicos.

Los trabajos que integran esta obra, perteneciente a la colección Mundos Rurales, dan cuenta de la ampliación del campo de estudio de lo rural. Dicha ampliación no sólo es temática, sino conceptual, incluso metodológica, lo que sugiere que este ámbito de conocimiento se encuentra en una fase de maduración, es decir, que las discusiones, los debates y los cursos de posgrado abren interrogantes que sólo pueden ser trabajados sobre el terreno, en un nivel micro. Si bien eso obliga a echar mano de referentes teóricos ya establecidos, al ponerlos en contacto con la realidad no siempre se llega a una concordancia plena, sino que de forma inevitable quedan dudas, incluso, de su pertinencia. En todo caso, en un campo tan interdisciplinario como éste, es saludable la posibilidad de debatir con esas posturas teóricas y, al mismo tiempo, hacer un esfuerzo por elaborar reflexiones más apegadas a los actores rurales.

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