Esta obra es resultado de una investigación de campo realizada en un pueblo originario asentado al sur de la Cuenca de México, pero que ha sido sitiado por la capital mexicana. En ella se discute la relación subordinada y el despojo de la Ciudad de México sobre sus pueblos y barrios originarios; lo que ha ocurrido desde la época colonial a la actualidad.
Desde el virreinato hasta la posrevolución. En la Ciudad de México siempre se han despojado a los pueblos de sus cultivos, territorios y aguas. Estos han resistido con base en formas de gobierno tradicional nombradas según sus usos y costumbres. Conocidas como mayordomías, fiscales, topiles, patronatos o comisiones.