Hablamos de desastre cuando nos enfrentamos a un proceso social detonado por uno o más eventos que irrumpen de manera catastrófica. La capacidad de respuesta de la comunidad o grupo social afectado se ve sobrepasada y es necesaria la ayuda externa, nacional o internacional.
Sin importar la escala, los desastres merman la vida el, patrimonio y el territorio en sus múltiples dimensiones. El detonador puede ser un evento de origen natural, socioambiental o antrópico. En los discursos dominantes se suele atribuir el origen de la tragedia a fenómenos naturales, sin embargo, desde hace varias décadas, es ampliamente aceptado en las ciencias sociales que los desastres se derivan de la coincidencia espacio temporal entre una comunidad o sociedad vulnerable y uno o más fenómenos peligrosos.