Para acercarse a lo que los jóvenes de ambos sexos residentes en la ciudad de México ven y dicen en relación al género, el texto parte de dos proposiciones teóricas: la definición del saber cómo combinación entre lo decible y lo visible en un espacio y tiempo dado (Foucault); y la consideración del campo perceptivo como una estructura que precede a la mirada y condiciona la sensibilidad y sensaciones de todo sujeto (Deleuze).
El propósito del ensayo es penetrar no sólo en las prácticas discursivas sino especialmente en las prácticas no discursivas generadoras de visibilidades: en la experiencia perceptiva, en los valores del imaginario y en las ideas estéticas de una época y un espacio. Una fotografía constituye el punto de partida: El señor de las uvas, una imagen disruptora del orden simbólico permite acceder a lo que ven y sienten los jóvenes de la ciudad de México. La fotografía se transforma en un dispositivo que hace ver y hablar a los sujetos, que violenta el orden simbólico y que obliga al espectador a interpretar los mensajes.
El sujeto entrevistado, y también observado, aparece condicionado por los saberes y discursos de la cultura. Las entrevistas, analizadas desde métodos cualitativos, van configurando una enunciación monolítica sobre la diferenciación genérica, una misma forma de ver, de decir, de pensar, de sentir.