Espacio y poder

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Foucault es, sin duda, el filósofo del siglo XX que trae nuevamente a la reflexión el espacio, continuando la preocupación -tal como lo hace explícito- de ciertos historiadores que, como Marc Bloch y Braudel, realizaron la historia de los espacios rurales o marítimos. Foucault mostrará que no es suficiente decir que el espacio predetermina una historia, al tiempo que la refunda y que esa historia se sedimenta en él, sino que será necesario estudiar en detalle el anclaje espacial en tanto forma económico-política.

A fines del siglo XVIII, momento en que comienza a desarrollarse una reflexión política sobre los espacios, se cierra para la filosofía el derecho a hablar del mundo, del cosmos, del espacio finito e infinito; el espacio ya no será eje de su reflexión, la física teórica y experimental se hará cargo de su análisis, y la filosofía será desalojada de este campo de reflexión. A partir de este momento el espacio se convirtió en objeto de una práctica científica y de una tecnología política.

El discurso filosófico, después de Kant, con Hegel, Bergson y Heidegger, fijó su mirada en el tiempo, siendo éste su objeto privilegiado de pensamiento y descalificó al espacio, según Foucault, "que aparece del lado del entendimiento, de lo analítico, lo conceptual, lo muerto, lo yerto, lo inerte",' mientras que del lado del tiempo fue inscrito el proyecto, el progreso, la vida.

Foucault se expresa, en esta misma perspectiva, en una entrevista realizada por la revista Herodote en 1976: "Será necesario hacer una crítica de la descalificación del espacio que ha reinado hace varias generaciones. ¿Ha comenzado con Bergson o antes? El espacio es lo que estaba muerto, fijado, no dialéctico, inmóvil. Por el contrario, el tiempo era lo rico, fecundo, vivo, dialéctico".

El espacio había sido entendido, durante siglos, como un hecho natural, lo dado, la geografía física, una "suerte de base prehistórica"; o bien Fue concebido como "lugar de residencia o de expansión de un pueblo, de una cultura, de una lengua o de un Estado [...] En suma, se lo analizaba o bien como suelo, o bien como aire, lo que importaba era el substrato o las fronteras ".

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  • Primer autor: García Canal, María Inés
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