La idea central de esta obra colectiva es revisar el estado del arte de la discusión teórica que prevalece en las ciencias sociales en relación con los conceptos de espado y territorio. En los años recientes, en las disciplinas sociales el uso del lenguaje territorial se ha extendido sin que en el discurso académico se haya tenido plena conciencia del sentido teórico y epistemológico asignado a un conjunto de categorías -espacio, territorio, lugar, región-, las cuales se han usado de manera metafórica e intercambiable. Por ello, consideramos que es necesario reflexionar sobre estos conceptos y categorías con base en las distintas conceptualizaciones y escuelas teóricas que han intentado fundamentar una teoría social que incorpora al espacio como parte constitutiva de los procesos sociales.
Sin duda, el resurgimiento y la extensa utilización de categorías espaciales en las ciencias sociales tiene como trasfondo una de las paradojas más llamativas que la posmodernidad nos ha impuesto: conforme el mundo se globaliza y vastas regiones de la geografía planetaria -antes categorizadas como espacios locales- se ven inmersas en los flujos globales, resurge con fuerza la cuestión regional, lo territorial y el sentido del lugar. De tal manera que hoy es imposible imaginar una teoría de la globalización que prescinda de lo local, en tanto escenario concreto en el que se verifican las grandes transformaciones sociales y como lugar constitutivo de las subjetividades, en un mundo desterritorializado y fragmentado.
En el siglo XXI el proceso de globalización ha colocado en primer plano el papel que tiene el territorio en la constitución de las sociedades. En ese contexto, el desafío que enfrentan las ciencias sociales es imaginar y conceptualizar al territorio de una manera distinta, planteando una franca ruptura con el paradigma que lo concibe como espacio homogéneo, cerrado, y como un mero contenedor de procesos. Para ello es preciso reconocer que espacio y territorio son parte de un proceso incompleto y en constante devenir; las categorías de espacio, territorio y región, deben ser formuladas de tal manera que capturen su carácter relacional y abierto.