El horror y la estridencia son fantasmas de la violencia, signos que aparecen como negación de lo real (dimensión social) y como realidad de la imaginación (dimensión humanística). Es en este doble sentido, el real y el imaginario, que el libro horrores estridentes presenta su propuesta de analizar la violencia en un diálogo transdisciplinario.
En lo social se abordan las dimensiones de la violencia, desde su debate conceptual-histórico hasta el análisis de la realidad en México. El horror se vislumbra como la aparición de la destrucción de lo social y de la estructura cultural, en particular se conjetura la paradoja de que la violencia destructora de lo social es la misma que funda lo social. En la dimensión humanística los capítulos le dan corpus a debates abiertos en el mundo contemporáneo, sugieren un aura de comprensión: los cuerpos intervenidos como metáfora artística, narconarrativa, resistencia y arte, justicia, mal e identidad, representan la apertura para la comprensión de la violencia social.