La humanidad ha evolucionado a partir de dos procesos centrales: una relación particular con la naturaleza para extraer recursos y la transformación de éstos en objetos e instrumentos adecuados a sus necesidades. De esta manera ha sido posible garantizar la sobrevivencia de una cada vez más abundante población. A lo largo del tiempo, la relación hombre-naturaleza se ha tornado cada vez más compleja, algunos recursos al inicio abundantes comenzaron a agotarse y actualmente observamos estragos en áreas del planeta como consecuencia de una sobreexplotación y un deterioro irreversible del medio ambiente. En contraste, la capacidad humana para crear cosas nuevas y más sofisticadas, es decir para innovar, se ha vuelto inconmensurable. De tal modo que hoy la sociedad enfrenta un gran desafío: mantener el ritmo de crecimiento económico y de desarrollo social mediante la innovación, lo que implica mayor aprovechamiento de los recursos del planeta y, al mismo tiempo, disminuir el daño ambiental.
Los textos reunidos en este volumen posibilitan discutir distintas dimensiones de ese desafío proponiendo un elemento adicional: el rol que desempeñan diversos tipos de instituciones tanto para el fomento a la innovación como para la protección del medio ambiente. Los capítulos invitan a la lectura de las instituciones desde una perspectiva amplia. Así, se abordan, entre otros temas, el papel de las agencias de gobierno y los programas de política pública, las normas y regulaciones que delimitan el comportamiento de los actores económicos así como las prácticas que rigen las actividades productivas y el comportamiento colectivo en comunidades rurales. A partir de propuestas teóricas y aportes empíricos, los autores analizan la dimensión institucional como referente de la acción colectiva y como incentivo para suscitar cambios en las reglas de juego del contexto y en la lógica de interacción de los actores a favor de la innovación y la preservación del ambiente.