Asistimos a la maduración de un conjunto de fenómenos, que surgieron hace dos décadas y que con el tiempo se convirtieron en rasgos específicos del actual modelo de acumulación de capital y del proceso de modernización de nuestro país. Entre éstos, el dominio del capital financiero en el conjunto de relaciones sociales y el lugar privilegiado que tienen los cambios de relación entre el Estado y las clases sociales.
Estos cambios, cuyas consecuencias apenas empiezan a estudiarse, fueron resultado de las transformaciones en la esfera de la producción, del desarrollo de un sector comercial, de la creciente división del trabajo y finalmente de modificaciones sustanciales operadas al interior de las unidades de producción campesina, que han generado nuevas condiciones de explotación del trabajo campesino.
En el presente trabajo no pretendemos estudiar el conjunto de estas nuevas condiciones, sino solamente algunas de sus manifestaciones, particularmente los obstáculos que encuentran al organizarse los campesinos minifundistas, el sector mayoritario de los campesinos de nuestro país.
Tampoco se trata de un estudio a nivel nacional, pues las diversidades y los múltiples movimientos que responden a nuevas realidades rebasan los alcances de este libro.